domingo, 31 de enero de 2010

Nota de Critica

Solanas cree que la razón de su fuerza política es enfrentar el bipartidismo tradicional. “No es posible acordar con el justicialismo ni con la Unión Cívica Radical”, sostiene. (Télam)


Dentro del bar de Sarandí y Rivadavia hacen varios grados menos que afuera, donde la sensación térmica trepa a 36. Relajado y de muy buen humor, Fernando “Pino” Solanas pregunta: “¿Tenemos que hablar de cosas serias?”. A pesar del protagonismo que adquirió en los últimos días, al reinstalar el debate sobre la legitimidad de la deuda externa, el líder de Proyecto Sur está más dispuesto a escuchar que a hablar. Antes de meterse de lleno en lo que él llama el “culebrón estival”, se lamenta por no haber tenido vacaciones. “Me voy a hacer alguna escapadita, si no me tendré que conformar con una pelopincho y una manguera”, se ríe. Apenas se enciende el grabador, el diputado embiste contra el kirchnerismo, al que acusa de ser “una de las variantes de la derecha en la Argentina”; llama “traidor” a Julio Cobos y deja la puerta abierta para una alianza con la dirigente de la Coalición Cívica Elisa Carrió.

–Proyecto Sur se corrió del debate sobre si había que usar las reservas del Banco Central o no para el pago de la deuda externa y en su lugar planteó que había que investigar su origen. Desde el oficialismo y desde un sector de la oposición plantearon que esa es una discusión saldada. ¿Por qué usted cree que no?

–Quienes sostienen que es un tema saldado están hablando por boca de los bancos o son cómplices de esa gigantesca estafa. El debate sobre la ilegitimidad de la deuda no está saldado. Tan poco saldado está que quieren que sigamos pagando deuda. Una parte de la deuda está siendo investigada en tres causas de la Justicia Federal Penal, en el Juzgado Federal Nº 2 de la Capital Federal, a cargo del magistrado Martínez Giorgi. Por eso es inadmisible que a través del decreto 2.010, que lleva el hipócrita nombre de Fondo del Bicentenario, se quiera pagar deuda a los fondos buitres o holdouts. La deuda existe y está viva porque es un delito de acción continuada. En estos 26 años, hemos pagado algunas decenas de miles de millones de dólares de deuda indebida.

–El fallo del juez Jorge Ballestero del año 2000 en la causa Olmos concluyó que sólo una parte de la deuda era ilegítima. ¿La discusión no debería apuntar a que sólo se pague la deuda que es legítima?


–No hay que realizar ningún pago a aquellos acreedores que están siendo investigados en causas de la Justicia Federal Penal. De una vez por todas el Congreso debe auditar el conjunto de toda la deuda pública. Una comisión bicameral con un plazo de seis, siete u ochos meses, con técnicos y especialistas nacionales e internacionales, lejos de cualquier sospecha de tipo política. A la vez, esa comisión investigadora debería tener la supervisión de la Corte Internacional de La Haya. Nos oponemos a que se siga pagando deuda sin una auditoría previa y hay que cancelar el pago a toda la deuda que está siendo investigada. El juez Ballestero detectó 477 defraudaciones, una sentencia que nadie cuestionó. Que las autoridades del gobierno de De la Rúa y de Néstor Kirchner no hayan acatado esa resolución es un escándalo.

–La Presidenta dijo que la deuda es legítima y sostuvo que algunos hablan de ilegitimidad “como un eslogan electoral”. A su vez, el titular de la UCR, Ernesto Sanz, señaló que quienes plantean no pagar la deuda “no tienen ningún tipo de responsabilidad” y que “mientras más lejos están del poder, plantean cosas más irrazonables”. ¿Qué dice sobre eso?

–Esos son los discursos funcionales a los acreedores. Todo eso es falso. Buena parte de los países del mundo investigaron sus deudas. Hoy, el Parlamento brasileño está llevando una investigación de los últimos treinta años de la deuda pública. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, que no es ningún loquito, lo primero que hizo fue investigar la deuda pública.

–¿No piensa que el gobierno de Néstor Kirchner de algún modo reconoció como ilegítima una parte de la deuda al haber hecho una quita del 75 por ciento?

–Lo que los kirchneristas deberían haber hecho es acatar el fallo del juez Ballestero. ¿Qué hace un país cuando está en un pleito? Hecha mano a toda la jurisprudencia que más lo favorece, salvo los gobiernos argentinos.

–¿El desendeudamiento no ayuda a tener mayor independencia política?

–La deuda no es un problema de soberanía. ¿Por qué cayó tanto el nivel de vida de los argentinos en estos veintiséis años? ¿Por qué cayó la calidad de la educación, de la salud, del sistema social, del transporte y de los servicios públicos? Porque la mayor parte de lo que acumuló la Argentina se destinó para pagar deuda. En estos veintiséis años, hemos pagado cerca de 150 mil millones de dólares, a pesar de la mentira de Néstor Kirchner, que le hizo creer al pueblo argentino que pagándole al FMI 10.500 millones de dólares en 2005 y habiendo renegociado el quite de deuda, la deuda prácticamente se había acabado. Hoy, la Argentina debe más de 200 mil millones de dólares. El oficialismo se pone en víctima y nos dice que está frente a una especie de conspiración destituyente.

–¿Qué piensa sobre la “conspiración destituyente Clarín-Cobos-Redrado” que denunció el Gobierno?

–Que los males que está sufriendo el Gobierno por parte de sus socios políticos, como Redrado, que es alguien que viene del riñón del menemato y del establishment, o Cobos, que fue la pareja presidencial de Cristina, son errores del propio Gobierno. El gobierno de Néstor y el de Cristina Kirchner tuvieron mayoría en ambas cámaras, sin embargo fueron incapaces de modificar grandes leyes que vienen de la dictadura. Les digo esto a los que se llenan la boca diciendo que éste es un gobierno progresista y que está siendo acorralado por la derecha conservadora.

–¿Existe o no una intención de desestabilizar al Gobierno?

–Puede haberla o no, pero el gobierno de Kirchner tuvo todo el poder para acabar con la ley financiera y bancaria de Martínez de Hoz y hoy es víctima del estatuto de la Carta Orgánica del Banco Central de Cavallo. ¿Por qué no la bajó o modificó? ¿Por qué no modificaron el sistema impositivo? Kirchner es un gran farsante y un gran impostor. No fue capaz de bajar ni una de las leyes mineras del binomio Menem-Gioja. No impulsó la modificación de la legislación petrolera ni el sistema de las agroexportadoras.

–Usted pone en duda la conspiración que denuncia el Gobierno, sin embargo salió a criticar a Julio Cobos por su doble rol de vicepresidente y dirigente de la oposición.


–Desde el punto de vista ético, pienso que la posición de Cobos es insostenible. El hecho de que Cobos sea una de las cabezas de la oposición y al mismo tiempo forme parte del Gobierno es insostenible. Bajo el punto de vista constitucional, no ha sido nombrado como un ministro, lo eligió el voto ciudadano. Esto es un culebrón de la pareja presidencial. Cristina tiene que hacerse cargo de haber hecho pareja con un traidor. Cobos les pegó una cornada a los radicales y la naturaleza cobista terminó con una cornada a su pareja presidencial. Esto, como lo de Redrado, son problemas intestinos, quizás putrefactos. Es el culebrón estival.

–¿Por qué cree que el Gobierno sale a denunciar que lo quieren desestabilizar?


–Cuando se exageran estos temas, es porque se quiere ocultar el monstruo que devora los ahorros argentinos y el futuro de nuestra juventud. Se dice que no se quiere hablar del monstruo porque ya está instalado. Estará instalado en la vida de los radicales o del PRO. Acá hay una derecha conservadora que es socia de Néstor Kirchner, por ejemplo para votar la ley de apertura del canje de deuda en noviembre. A su vez, los kirchneristas le aprobaron al PRO el 70 por ciento de los proyectos en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Y del pico para afuera, el Gobierno hace creer que son los progresistas acosados por la derecha.

–¿Cuál será su principal prioridad para este año en el Congreso?

–El interbloque de 11 diputados tiene más de 80 proyectos de ley a presentar. Por ejemplo, queremos parar los despidos por 180 días, hay proyectos sobre políticas para las pymes y para las fábricas recuperadas, ley de entidades financieras, la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, y proyectos que tienen que ver con la recuperación de los recursos naturales, y la creación de Petróleos de Argentina. Hay proyectos que hacen a la calidad institucional: el INDEC y el ANSES, que deben ser autónomos. Además, hay que terminar la reforma de la Ley de Radiodifusión para que el ente regulador sea absolutamente autónomo.

–Uno de los ejes de su campaña fue el problema de la minería, ¿qué proyecto tiene pensado presentar en relación con ese tema?

–Vamos a plantear la prohibición de la minería a cielo abierto con sustancias tóxicas. Reemplazar la ley de inversiones mineras es fundamental. También vamos a trabajar para la reconstrucción de los ferrocarriles y proyectos que hacen a la defensa del medio ambiente.

–¿Hay consenso con el resto de la oposición o con el oficialismo en torno de algún proyecto en particular?

–Nos hemos propuesto discutir los grandes temas nacionales con las otras fuerzas políticas cercanas al movimiento de Proyecto Sur, pero todavía estamos en un nivel de acercamiento.

–¿Cuáles son esas otras fuerzas?

–El Partido Socialista; el Frente Cívico, de Luis Juez; y el GEN, de Margarita Stolbizer. Lejos de sostener que tenemos un Parlamento que ha girado a la derecha, estamos en un Parlamento más independiente y más progresista que el que tuvimos con los Kirchner.

–¿Hay alguna posibilidad de alianza electoral con esas fuerzas políticas?

–Cada cosa a su momento. La transformación de la Argentina no se puede realizar con un solo polo político. En noviembre vamos a definir nuestro plan político y definiremos en qué escenario político va a jugar mi candidatura.

–¿Y con Martín Sabbatella?

–En tanto Sabbatella siga pegado a las políticas neokirchneristas o kirchneristas es muy difícil. Pero él es un hombre talentoso que administró muy bien Morón.

–¿Con qué sectores no existe posibilidad de acuerdo?

–Nosotros venimos para enfrentar al bipartidismo. No es posible acordar ni con el PJ ni con la UCR.

–¿Y con la Coalición Cívica?

–Veremos. Es una fuerza de centro, que por momentos gira a la derecha y en otros a la izquierda.

–Durante la campaña electoral de junio de 2009, usted y Elisa Carrió se han pasado varias facturas...


–Entre un hombre y una mujer siempre hay chispazos. En el tango político argentino, algún pisotón siempre hay. No somos tan buenos bailarines. Creo que vamos a consensuar con la Coalición Cívica en la auditoría de la deuda pública, porque ellos son firmantes de la causa del megacanje.

–Usted declaró que le gustaría compartir una fórmula presidencial con Hermes Binner. ¿Cómo es su relación con el gobernador santafesino hoy?

–Muy buena, y vamos a tener con los socialistas el mismo punto de vista con relación a la deuda.

–Yo le hablo de alianzas electorales, no parlamentarias.

–Lo electoral lo iremos viendo este año.

–¿Va a ser candidato en la Ciudad, en la provincia de Buenos Aires, o se va a animar a disputar la presidencia de la Nación?


–No lo sé. No sabemos qué va a pasar en los próximos cinco meses.

–Le cambio la pregunta, ¿en qué lugar le gustaría ir como candidato en 2011?

–Nosotros nos venimos preparando para gobernar la Argentina. Soy el referente de este espacio, por lo tanto gobernar a nivel nacional es la meta. Pero si no podemos saltar 15 metros, porque no nos da, y podemos hacer un pie de seis metros, lo haremos. Después del 28 de junio, Proyecto Sur dejó de ser una fuerza testimonial. Nosotros nos preparamos para dos escenarios, el del gobierno nacional y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Es más, venimos trabajando con un gabinete en las sombras, tanto para lo nacional como para la Ciudad.

“Argentina necesita estatizar Telecom”

–¿Está de acuerdo con que el Gobierno estatice Telecom?

–Argentina necesita estatizar Telecom para tener una empresa testigo en las comunicaciones. Las comunicaciones son uno de los campos de desarrollo más espectaculares de estos años. Menem vendió hasta los postes, hay que recuperar eso y ser un contrapeso del desembarco de todos los grupos de comunicaciones.

–¿También habría que nacionalizar YPF?

–Todo eso hay que analizarlo. Si es negocio porque tenés las acciones regaladas, fenómeno; si no, creas una nueva empresa. Nosotros necesitamos una petrolera nacional para recuperar el control de todos los hidrocarburos.

–Usted apoyó la estatización de Aerolíneas Argentinas; sin embargo, algunos sectores de la oposición cuestionan a la actual administración estatal. ¿Eso perjudica el discurso que plantea que los servicios públicos deben estar en manos del Estado?

–Por supuesto. Las instituciones no son responsables de su conducción. Creo que no se está manejando debidamente. Es una lástima. El Congreso dijo que la renovación de la flota debía pasar por un plan aprobado por el Parlamento y eso ha sido reemplazado por la compra directa de aviones, sin licitación pública. Es vergonzoso que la Argentina de haber sido pionera en el Hemisferio Sur en la industria aeronáutica no haya contemplado la reactivación en serio de la producción aeronáutica y el área material Córdoba. En lugar de comprarle veinte aviones a Brasil, pagando un quince por ciento más de su valor, se podría haber hecho que se construyeran en nuestro país. Preocupa poco si el joven presidente Recalde pagó poco o mucho un pasaje o el charter que armó. Eso es como hablar de Redrado y no hablar de la deuda.

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